Una delegación de los Pueblos Unidos Cholultecas y de los Volcanes, en coordinación con SumOfUs, entregará cerca de 50 mil peticiones a ejecutivos de Danone Bonafont en Francia para que la multinacional abandone el territorio cholulteca en México.
Además, una comisión de la organización de campesinos e indígenas poblanos acudió al Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica, para denunciar los abusos que ha cometido Bonafont en su región.
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Las rúbricas de las misivas dirigidas a la plana mayor de Danone corresponden no solo a vecinos de Santa María Zacatepec, junta auxiliar de Juan C. Bonilla, sino a gente de otras partes de Puebla, México y el mundo, quienes se han solidarizado con la lucha de los defensores del agua.
El Periódico La Flor, órgano de difusión de los Pueblos Unidos Cholultecas y de los Volcanes, dio a conocer lo siguiente en Facebook:
“En la región Cholulteca, #Danone ha estado robando agua a las comunidades locales durante tres décadas, dejando una sequía sin precedentes. Pero el 22 de marzo de 2021, la movilización del grupo indígena nahua Pueblos Unidos puso fin a las operaciones de la empresa francesa en la región.
“Sin embargo, el empleado y vocero de la planta, José Cinto Bernal, a través de la corrupción, permitió que Bonafont regresara a la zona como proveedor de agua purificada.
“¡No descansaremos hasta que Bonafont-Danone se vaya de nuestros pueblos! ¡Fuera Bonafont-Danone!”
La información se hizo acompañar de una fotografía de la comisión de los Pueblos Unidos Cholultecas y de los Volcanes, a la entrada del Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica.
SumOfUs es una organización formada “por personas de todo el mundo, comprometidas con la tarea de frenar el creciente poder de las corporaciones. Queremos que las empresas, de las que somos compradores, trabajadores e inversionistas, respeten el medio ambiente y la democracia, y traten bien a sus empleados. Si no cumplen con ello, no dudaremos en exigirles que se responsabilicen de sus actos”, según se informa en su página de internet.
“No hay un solo día en que los escándalos corporativos dejen de ser noticia. Si no se controla a las corporaciones, no habrá límites que se interpongan en su afán de obtener mayores ganancias. Para lograrlo, son capaces, entre otras cosas, de contaminar el medio ambiente y de evadir impuestos.
Vivimos en una época de multinacionales más grandes y ricas que algunos países, y es normal sentir impotencia frente a esta situación. Aún así, el talón de Aquiles de las más grandes corporaciones a nivel mundial es que dependen de la gente común para mantenerse en el mercado. No solo somos sus clientes y sus empleados, sino que, muchas veces, somos también sus inversionistas. Cuando actuamos en conjunto, nuestro poder supera al suyo. Juntos, en nuestra comunidad de millones de personas, actuamos como organismo de control del consumo a nivel internacional. Coordinamos exitosas campañas, con el objetivo de que las más grandes empresas se responsabilicen de sus actos”, advierten.